Lo que dejamos en el 2025

El 2025 no fue un año para correr más, sino para afinar. Dejar atrás no significó perder, sino elegir mejor. Dejamos preguntas superficiales y aprendimos a hacernos las preguntas correctas: las que incomodan, pero ordenan. Dejamos decisiones reactivas y empezamos a tomar decisiones más inteligentes, menos impulsivas y más alineadas. Dejamos marcas ruidosas para apostar por marcas más claras, con intención, criterio y una narrativa que sí se sostiene. Dejamos procesos improvisados y construimos procesos más pulidos, que respetan el tiempo, la energía y el talento. Y, sobre todo, dejamos el caos como excusa. El 2025 nos entrenó el ojo, nos subió el estándar y nos recordó que crecer no siempre se ve espectacular, pero se siente firme.

Entramos al próximo año con menos ruido, más foco y una visión más clara para lo que viene: no como cierre, sino como base.

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