No, no todos hacemos lo mismo: diseñador, comunicador y mercadólogo, explicado fácil

¿Vos sos diseñadora? Qué chivo, ¿y también hacés redes?
¿Entonces podés escribir el discurso del CEO para el newsletter?
¿Y no podrías llevarme la marca, pero completa?

A estas alturas ya lo sabemos: en Latinoamérica especialmente, ser “creativo” a veces significa que te ven como el todólogo oficial de la oficina. Pero no, no es lo mismo diseñar, que comunicar, que mercadear. Son tres carreras distintas. Con años de estudio, enfoques distintos y talentos únicos.

¿Querés saber la diferencia? Te lo explico con calma…

Primero lo básico: son carreras diferentes

Aunque hay puntos en común, estudiar Comunicación no es lo mismo que estudiar Diseño Gráfico ni que Marketing. Como tampoco es lo mismo estudiar Medicina, Nutrición o Psicología.
¿Te operarías con una nutricionista? ¿Le pedirías a un psicólogo que te arme la dieta? No, ¿verdad? Pues lo mismo acá.

¿Qué hace cada uno?

El Mercadólogo: el estratega con visión 360

Es quien ve el panorama completo. Investiga, analiza tendencias, estudia la competencia, define precios, públicos y estrategias para que un producto o servicio realmente funcione en el mercado.

Ejemplos de lo que hace:

  • Define a quién va dirigida una marca (target).

  • Decide si es mejor vender online o en tienda física.

  • Planea cuánto invertir en publicidad y en qué canal.

  • Desarrolla promociones, alianzas y lanzamientos.

El Comunicador: el que convierte ideas en mensajes que conectan

El comunicador entiende cómo decir las cosas, cuándo y a quién. Redacta textos, planea campañas, gestiona crisis, crea contenido y mantiene el tono de la marca. Su foco es el mensaje.

Ejemplos de lo que hace:

  • Escribe comunicados, guiones, newsletters, discursos.

  • Redacta copies para redes sociales o anuncios.

  • Diseña estrategias de medios (¿cuándo y dónde hablar?).

  • Desarrolla storytelling de marca.

El Diseñador Gráfico: el que traduce todo a lo visual

El diseñador es quien crea la parte estética y funcional de la marca: logo, colores, piezas gráficas, empaques, publicaciones, infografías, etc. Hace que todo se vea con intención y coherencia.

Ejemplos de lo que hace:

  • Diseña logos, identidades visuales y manuales de marca.

  • Arma piezas para redes sociales, empaques, presentaciones.

  • Crea interfaces de apps o sitios web.

  • Piensa en composición, jerarquía visual, color, forma y tipografía.

El diseño no es decoración. El diseño organiza el caos.
— CC

¿Repostero o pastelero?

Pensemos en un pastel.

  • El mercadólogo define a quién se lo vas a vender, cuánto va a costar, en qué empaque y en qué vitrina va.

  • El comunicador escribe el anuncio del pastel: “Ideal para celebrar los momentos dulces de la vida.”

  • El diseñador lo hace ver hermoso, armonioso y deseable. También diseña la caja donde lo entregás.

Cada quien con lo suyo. Porque aunque todos trabajan con el mismo pastel, no todos saben usar la manga pastelera (ni deberían).

¿Y si yo soy más de uno?

Sí, claro que hay perfiles híbridos. Gente que estudió dos cosas, o que por experiencia laboral ha desarrollado habilidades cruzadas. Pero eso no significa que el trabajo de uno sustituye al otro.

Podés saber comunicar, diseñar y entender de marketing. Pero hacerlo todo, todo el tiempo… no es sostenible (ni justo contigo, ni con las marcas). Además, cuando cada perfil se dedica a lo suyo, se multiplican los resultados.

¿Por qué esto importa (muchísimo)?

Entender la diferencia entre mercadólogo, comunicador y diseñador no es solo un ejercicio académico —es clave para el trabajo real. Te ayuda a:

  • Dar feedback adecuado.

  • Tener claras las expectativas al contratar o colaborar.

  • Armar equipos balanceados y eficientes, donde cada quien brille en lo suyo.

Y ojo, no es solo cuestión de funciones, también de seniority.
Un diseñador senior no se mide solo por qué tan bonito diseña, sino por cómo soluciona problemas complejos con claridad visual.
Un comunicador senior no solo escribe bien: sabe gestionar mensajes en crisis.
Un mercadólogo senior no solo “pone anuncios”: desarrolla estrategias que mueven la aguja del negocio.

Así que la próxima vez que te sentés a armar un equipo creativo, recordá esto:
El talento no se improvisa. Y el respeto por cada profesión tampoco.

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